LA IMAGINACIÓN Y LA
Es útil pensar en lo que ha interferido con el
recuerdo de sí el día de
hoy. Podemos
observar que muchas situaciones que causaron
tristeza o
alegría no merecían esos estados, porque su escala era
pequeña. Cuando
esperamos que nos sirvan la comida, debemos
controlar la
emoción negativa de fastidio, y cuando nos la sirven,
debemos
controlar la emoción positiva de alegría. Ambas son
igualmente
mecánicas y existen en un plano limitado.
Una de las
observaciones más extrañas que he tenido en mi larga
experiencia
trabajando con el sistema es que se nos tiene que enseñar a recordarnos a
nosotros mismos, algo que parece tan obvio. Olvidarse el abrigo o el paraguas
es comprensible, pero olvidarse a sí mismo es imperdonable. William Shakespeare
dijo: «Los hombres son hombres y los mejores a veces olvidan». Incluso Cristo
se olvidó a veces de sí mismo. Cuando se quedó dormido en la barca y se
agitaron las aguas, lo despertaron para que calmara la tormenta. En sentido
esotérico, la barca es la escuela y las aguas la verdad; la verdad estaba
siendo distorsionada.
Cuando uno no se
recuerda a sí mismo, está bajo la ley de accidente.
¿Cuántas veces
nos recordamos a nosotros mismos durante el día? Es como estar en un barco sin
timón; el recuerdo de sí es el timón que
mantiene nuestro
rumbo. Ponerse negativo cuando la ley de accidente nos controla es tan mecánico
como la misma ley. Debemos tener cuidado cuando nos dejamos seducir por las
octavas laterales que nos desvían de la octava principal, el recuerdo de sí.
El propósito
oculto en el hecho de utilizar apenas la palabra «yo» en
nuestras
publicaciones es el de disuadir a la gente a tomarse
demasiado en
serio y pensar demasiado en sí mismos. Los centros
superiores no
pueden traspasar la autoindulgencia excesiva; ésta nos
aisla de los
centros superiores y es en sí su propio castigo. Trata de
recordar que los
estados negativos no perduran, y que en dos o tres
días otros
estados más elevados los superarán.
La risa suele
seguir a los accidentes y es un tope que favorece la
identificación.
El recuerdo de sí y la risa rara vez aparecen juntos. La
risa
generalmente está asociada con el infrasexo, aunque tiene su
lugar. Puede
ayudar a disminuir la tensión y es una forma en que la
máquina libera
energía superflua.
La identificación
con nuestra incapacidad de recordarnos a nosotros
mismos es una
emoción negativa difícil de superar. Sin embargo, un
mayordomo bien
desarrollado evitará que esta forma de negatividad
sutil
obstaculice nuestros esfuerzos ulteriores por despertar.
Cuando uno
empieza a despertar, naturalmente se pregunta cómo
puede volverse
más emocional sin identificarse, pues al identificarse
pierde su
identidad. Para volverse más emocional, hay que fortalecer
el centro
emocional inmaduro, valorando el recuerdo de sí en lugar de
identificarse
con el tema del momento. También es posible volverse más emocional controlando
las emociones artificiales que aparecen cuando se actúa inconscientemente. Por
lo general, permitimos que exista identificación porque topea nuestra
incapacidad de recordarnos a nosotros mismos. La máquina se identifica con lo
importante y lo trivial, con la misma intensidad; tal es su desesperación por
minar el recuerdo de sí. Es sorprendente despertar y descubrir que estábamos
identificados con algo trivial. Barremos con todo nuestro trabajo, cuando nos
identificamos. Luchar contra la identificación es difícil, pero no valdría de
nada si no fuera así. La imaginación es el estado natural del hombre.
Las emociones
negativas se pueden controlar mejor que la
imaginación.
Necesitamos comprender que nuestros problemas son
maya o ilusión. Nos identificamos con
fenómenos relativamente
triviales, tales
como los hijos, la esposa, el marido o la casa. Cuando
despertamos,
vemos que estos aspectos de nuestra vida merecen
respeto y que,
sin embargo, no son reales. Aunque pueden acrecentar
nuestra
evolución, también pueden obstaculizarla si nos identificamos
con ellos.
Nuestro problema principal es cómo evitar identificarnos con
los problemas.
Con el tiempo, nuestra identidad reemplazará a la
identificación.
A causa de la identificación renunciamos a nuestro
mayor tesoro, el
recuerdo de sí.
Hoy estaba
hablando con un estudiante que trataba de convencerme
de que mi
trabajo era insoportable. Le dije: «Al contrario, me gusta mi
trabajo de
maestro. Puede volverse insoportable tan sólo si me
identifico con
él». Tenemos que observar con el mayor cuidado y tratar
de no
identificarnos, para lo cual necesitamos recordarnos a nosotros
mismos. A menudo
me pregunto: «¿Quieres sacrificar el recuerdo de sí por la identificación del
momento?»
La
identificación, sea cual sea, es una emoción negativa y coarta el
Del libro EL RECUERDO DESI |
recuerdo de sí.
El tema de la identificación no es importante: cero por
cero es siempre
cero. Trata de no identificarte cuando observes que la máquina miente, porque
todas las máquinas están sujetas a esta manifestación.
La mentira se
infiltra en los cuatro centros inferiores y cada uno
de ellos tiene
su serie de mentiras. Si queremos dejar de mentir,
tenemos que
ponernos la meta de controlar los centros. Para
controlarlos,
debemos volver al recuerdo de sí, pues no podemos
hacer nada en el
sueño. No importa qué esté haciendo la máquina
cuando estamos
dormidos. Nuestros cuerpos fueron diseñados para
dormir, no para
despertar; así que debemos ir en contra de la
naturaleza.
La
identificación se disfraza de humildad; lo que consideramos a
menudo humildad
es identificación con nuestra idea imaginaria de
nosotros mismos.
Si no tienes cuidado, pasarás gran parte de tu vida identificado.
ROBERT EARL BURTON
ROBERT EARL BURTON
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