lunes, 22 de noviembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

EL HOMBRE DORMIDO


Birdlip, 24 de octubre,1943

“NOTA ACERCA DE "LOS FUNDAMENTOS SOBRE LOS CUALES DESCANSA EL
HOMBRE DORMIDO “
Es sabido que en la literatura esotérica se dicen muchas cosas, y desde luego se incluye en ella
los Evangelios, en lo que concierne a los fundamentos sobre los cuales descansa el hombre, y
en relación con esta idea es preciso reflexionar sobre lo que nos puede quitar la vida. Todos
ustedes han comprendido que si descansan sobre alguien —esto es, si están completamente
identificados— en tal caso la base sobre la cual descansan puede serles quitada y serán
incapaces de recordarse a si mismos. O para decirlo mas claramente, si uno descansa sobre
sus bienes, sobre sus posesiones, sobre su posición, sobre su dinero, su reputación, su pasado,
etc., todo esto podrá serle quitado y entonces se sentirá completamente extraviado y quizá
sienta que el único camino que le queda es el suicidio —quiero decir, si su base principal son
estas cosas que no son usted. Hay una sola cosa que nunca podrá serle quitada y esta es su
comprensión. Si se interesa por el Trabajo, que es la única cosa que puede darle la
comprensión en su verdadero sentido, será capaz de soportar la perdida de muchas cosas
personales exteriores. Recuerdan la parábola sobre aferrarse de la cuerda. Si encuentra esta
cuerda en su camino, acto que en el Trabajo todos debieran realizar, será sostenido por algo
muy distinto de la vida y sus vicisitudes. Esto se llama en realidad interesarse por el Trabajo.
Otras personas quiza lo defrauden, lo desengañen, etc. La vida exterior suele tomar formas
muy desagradables. Algo que esta más allá de la vida lo sostiene —es decir, una nueva fuerza.
Es menester recordar algunas de las parábolas de los Evangelios que conciernen a los
fundamentos sobre los cuales descansa el hombre.
Por ejemplo, la parabola en la cual Cristo
habla de los fundamentos sobre los cuales un hombre edifico su casa:
Cristo dice: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le comprare a un
hombre prudente, que edifico su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, y vinieron
rios, y soplaron vientos, y golpearon contra .aquella casa; y no cayo, porque estaba
fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le
comprare a un hombre insensato, que edifico su casa sobre la arena; y descendió
lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y
cayo, y fue grande su ruina."
(Mateo, VII, 24-27)

Luego esta la parábola del hombre que guardaba sus bienes en graneros:
Cristo dice: "La heredad de un hombre rico habia producido mucho. Y el pensaba
dentro de si, diciendo: .Que hare, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo:
Esto hare: derribare mis graneros, y los edificare mayores, y alla guardare todos mis
frutos y mis bienes; y dire a mi alma; Alma, muchos bienes tienes guardados para
muchos anos; reposate, come, bebe, regocijate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche
vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, .de quien sera? Asi es el que hace para
si tesoro, y no es rico para con Dios."
(Lucas, XII, 16-21)
Aquí "Dios" contrasta con "mis".
Recuerdo que una vez G. diserto en Francia sobre lo que puede sernos quitado. Es preciso
comprender que si nos fundamos sobre la "Falsa Personalidad", descansamos sobre
fundamentos que nos darán constantes disgustos en cuanto a la conservación del equilibrio. G.
dijo que se podía comparar el hombre con un departamento de tres habitaciones. Hablo un
rato acerca de este departamento de tres habitaciones y de todo cuanto estaba en desorden en
el y de los útiles que no estaban en su lugar, etc. Luego prosiguió y dijo que un hombre estaba
siempre en deuda, era siempre insolvente, siempre expuesto a que lo intimaran, por mas
dinero que tuviese. Claro está que es preciso comprender que se refería a la insolvencia del
Hombre de un modo particular, en efecto, del modo en que se habla tan a menudo del Hombre
en algunas de las parábolas como, por ejemplo, en la parábola del siervo —es decir, usted—
que debe a su Señor millones de talentos. G. dijo que el alguacil puede entrar en su
departamento en cualquier momento y que tiene derecho por "ley" a llevarse todo excepto la
"cama"" que esta en la tercera habitación o habitación interior. Por eso es menester pensar
sobre que se descansa interiormente mas. Hay algo que no puede serle quitado. .Ha llegado
ya a ese lugar? Todo lo demas puede serle quitado por los "alguaciles", que en cualquier
momento pueden aparecer y sacar todo cuanto no le pertenece.






Birdlip, 2 de noviembre, 1943
NUEVA NOTA ACERCA DE "LOS FUNDAMENTOS SOBRE LOS CUALES
DESCANSA EL HOMBRE DORMIDO"



En lo que concierne a las diversas cosas que se dijeron la semana pasada, es acertado repetir
que descansamos sobre algo que no es nosotros y que por lo tanto puede sernos quitado. Me
parece que esta es la mejor manera de profundizar esta cuestión, a saber, que somos en
realidad. Una persona descansa en su posición, otra en su fama, aquella en las apariencias, en
el pasado, etc. Piense en lo que pueden quitarle, digamos, en una revolución. Todas estas
cuestiones pertenecen a lo que siente a traves de si mismo, al 'Yo' que siente en si mismo.
Agradece a Dios de distintas maneras-el no ser como los otros. .Recuerda la parábola acerca
de los dos hombres que oraban? Fue dicha "a unos que confiaban en si mismos como justos, y
menospreciaban a los otros". Cristo dijo: "Dos hombres subieron al templo a orar: uno era
fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de. todo lo que gano. Mas
el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: Dios, se propicio a mi, pecador. Os digo que este descendió a su casa
justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla será enaltecido."
(Lucas, XVIII 10-14). Oí una vez decir que una de las cosas mas
difíciles para un hombre que llega a esta etapa de desarrollo en la que esta en contacto con la
enseñanza superior es tener que abandonar su "religión". Suele sentirse muy buen "católico",
muy buen "cuaquero", muy buen "protestante", muy buen "mahometano", etc., es decir,
descansa en este fundamento, dando gracias a Dios de no ser como los otros, como los que no
creen. En las etapas superiores de la evolución interior todas estas distinciones deben desaparecer
por completo. Quizá les induzca a pensar por si mismos como esto puede ser así. Y
esto se aplica a muchos otros aspectos.
Llegar a ser nada, o mas bien, empezar a darse cuenta de la propia nadidad, es por completo
imposible mientras se tenga la certeza de que se es mejor que los otros debido a la reputación,
la religión, la posición, el dinero. .No han entendido aun esta idea? Nadie puede pasar a
traves del "ojo de la aguja" mientras es rico. Recuerden lo que Cristo dijo al joven rico: "Es
mas fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios."
(Mateo, XIX 24.) Las cosas sobre las cuales se fundamenta son las que lo hacen sentirse rico y
es por lo tanto lo que nos convierte a todos en "camellos" con relación al Trabajo.
Hablando en diferente escala, es preciso que uno descubra en que se siente fácilmente
ofendido, en que siente que no lo trataron bien. Sí puede observarlo vera una parte de los
fundamentos sobre la cual descansa psicologicamente, una parte de la arena sobre la cual
edifico su casa. O asimismo, trate de observar donde y cuando desprecia a los otros y se cree
superior a ellos o al menos cree que son inferiores a usted y que carecen de importancia. Esto
le mostrara otra vez la parte de los fundamentos sobre la cual descansa. O también, trate de
observar en que se siente halagado, en que es satisfecha su vanidad. Esto le mostrara otra vez
la parte de los fundamentos sobre la cual descansa. Pero es preciso hacerlo prácticamente por
medio de la observación y no discutirlo teóricamente.
Cuando deja de tener ideas sobre si, imágenes de si, su estado interior ya empieza a cambiar.
Cambiar el estado interior se asemeja a partir para un largo viaje. Hay viajes físicos y viajes
psicológicos. No puede cambiar su estado interior si se aterra a los fundamentos sobre los
cuales descansa, del mismo modo que no puede salir de su cuarto si persiste en aferrarse a
todos los muebles y sigue diciendo: "Estos son míos, esto es, mí." Puede alcanzar un estado
en el que emprenda largos viajes que no existen en el espacio físico. Tal vez conozca nuevas
clases de gente que vive en otros lugares. Pero no podrá hacerlo mientras siga aferrándose a si
mismo, aferrándose a mí y a lo mío, aferrándose a los fundamentos sobre los cuales cada uno
de ustedes descansa de un modo tan imbécil y auto-complaciente. Es sabido que la gente que
escapa de una casa incendiada se apodera muchas veces de algo muy imbécil y tonto, como
un papagayo. Ello se debe a que se sienten a si mismos por medio de las cosas exteriores. Se
fundamentan en ellas. De otro modo no tienen sentimiento alguno de si mismos. El
sentimiento del "Yo" Real solo puede llegarnos cuando todos los falsos "Yoes" están
disminuidos en nosotros. Todos creemos que nunca llegaremos a hablar como aquel hombre
que oraba; "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres", pero .no ha
observado usted cuantas veces actúa de este modo sin pronunciar en realidad las palabras,
cuantas veces lo hace desde esta base? Pensamos a menudo que no hacemos las tonterías que
vemos hacer a los otros, y llegamos por consiguiente a la conclusión de que somos mejores
que ellos; pero no vemos las tonterías y mezquindades que hacemos. La forma en que la gente
es tonta, insensata y mezquina varia mucho. Cada cual es diferente. La jirafa cree que el jabalí
es ridículo, la corneja cree que el ruiseñor tiene una voz muy débil, etcétera.
.Nunca estuvo en un lugar en si mismo del cual podía decir: "Aquí no hay nada de mi", ya sea
por comparación, ya sea por vanidad, ya sea por cualquier otra estimación? Al estar muy
enfermo quiza haya alcanzado ese estado. Aquí todo desaparece y esta completamente solo
pero sin temor alguno. Desde tal estado es posible ver la base sobre la cual se descansa. Se
puede tener una vislumbre de todos los "Yoes" que constantemente se alimentan de uno
mismo como nubes de buitres y chacales e insectos. Es muy interesante encarar el Trabajo
desde el punto de vista del estudio de la auto-liberación. El conocimiento esotérico puede
darnos la libertad pero solo mediante la práctica. Recuerdan la frase: "La verdad nos dará la
Libertad." Pero .cuanto tiempo se necesita antes de que la enseñanza del Trabajo llegue a ser
para nosotros la verdad, aun en su sentido más remoto?

Traten de ver sobre qué están descansando.
Traten de ver la base de su satisfacción de sí. Es preciso que comprendan que mientras esa base no sea completamente destrozada ningún cambio de ser es posible.

domingo, 24 de octubre de 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

LOS TIPOS DE HOMBRE

Los tipos de hombre:El estudio de la estructura de la Personalidad permite abordar un problema
que cumple un importante rol en la ciencia esotérica: el problema de los tipos
humanos. Si es exacto que cada hombre representa de alguna manera un
universo aparte, no es menos cierto que los tipos humanos se repiten. Se repiten a
menudo, mucho más a menudo de lo que se cree comunmente; en realidad, no
son muchos. En total no existen más que tres tipos fundamentales. Estos tipos
se distinguen por la preponderancia de tal o cual de los tres centros psíquicos
en la Personalidad: el hombre sobre todo intelectual, que piensa, calcula,
busca; el hombre emocional por excelencia, sentimental, artista, romántico; por
ultimo, el hombre de acción. En la Doctrina se los llama así:

hombre 1 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en
centro motor;
hombre 2 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en el
centro emocional;
hombre 3 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en el
centro intelectual.

El hombre, tal como nace de la mujer, pertenece obligatoriamente a uno de
los tres tipos fundamentales en los cuales está comprendida toda la humanidad,
sea cual fuere la raza, la casta o la clase. Se trata de una ley de la Naturaleza y
no le es dado al hombre sustraerse a ellas pasando de un tipo a otro según su
conveniencia.
Veremos sin embargo que existen otros tipos, superiores a los tres tipos
fundamentales, pero —salvo casos totalmente excepcionales— no se pertenece
a esos tipos superiores por derecho de nacimiento. La creación de los tipos
superiores es el resultado de un largo proceso de gestación al cual hacia alusión
Jesús cuando, hablando a Nicodemo, le decía que el hombre debe nacer de
nuevo. Para elevarse a esos niveles es necesario realizar esfuerzos conscientes
y sostenidos de acuerdo a las reglas instituidas
desde milenios por la ciencia
esotérica.
Cuando, habiendo tomado cuerpo, el centro magnético establece una autoridad
incuestionable sobre los tres centros de la Personalidad, el hombre hasta ese momento 1, 2 o 3, se transforma en hombre 4. A lo largo de esta etapa de su
evolución su tarea consistirá en reconocer el modo de funcionamiento de los
tres centros psíquicos, asignar a cada uno de ellos el rol que le es propio y
equilibrarlos. Así se perfecciona el crecimiento del centro magnético y comienza
su desarrollo. Este es función de los esfuerzos conscientes producidos para
desarrollar hasta el límite los centros inferiores. A medida que avanza este
desarrollo
el centro magnético absorbe al centro emotivo
inferior y de ésta forma se transforma
en Hombre 5
al tiempo que
se identifica más y más al centro emotivo superior. Cuando los tres centros
inferiores están plenamente desarrollados y equilibrados, el centro magnético se
identifica definitivamente al centro emotivo superior, arrastrando consigo —y
absorbiendo al mismo tiempo— al centro emotivo inferior. De ahí en adelante,
el centro emotivo inferior y el centro magnético serán parte integrante del centro
emotivo superior.
Realizada esta unión, quien continua el trabajo sobre si mismo llegara a ser
hombre 5.
Opuestamente a los hombres 1, 2 o 3, llamados hombres exteriores, los
hombres 5, 6 y 7 son hombres interiores.'
Al establecer un lazo entre el centro
emotivo superior
y el centro intelectual
superior, el hombre se transforma
en hombre 6.
Después de eso le quedaran por
consolidar los resultados obtenidos. Esta consolidación constituye la ultima
etapa de la evolución esotérica.
Las tareas en las diferentes etapas de la evolución pueden ser definidas
como sigue:


—hombre 4 —reconocer la existencia de los tres centros inferiores, hacerlos
crecer, desarrollarlos hasta el límite y regular su funcionamiento;
—hombre 5 —adquirir nuevas facultades: poderes;
—hombre 6 -desarrollar hasta el límite las facultades asi adquiridas;
—hombre 7 —consolidar los resultados obtenidos



Esta consolidación se obtiene mediante la sublimación del sexo.
Al considerar el esquema completo del hombre (fig. 24) debe tenerse
presente en la mente, sobreentendido, el mismo esquema bajo un ángulo un
8.Romanos, VII, 22.
9.Son los dones del Espíritu Santo - I Corintios, XII, XIV.
En tanto que los hombres 1, 2 o 3 —movidos por la energía del centro sexual
expandida a través de los tres centros— utilizan el Yo provisorio de la
Personalidad. Yo inestable, cambiante, ilógico consigo mismo y que implica una
existencia fáctica, la situación cambia por completo cuando, franqueada la
etapa del hombre4, el buscador llega a ser hombre interior 5, luego 6 y por ultimo
7:
—llegado a hombre 5, accede de manera permanente a
la conciencia de su Yo real
—llegado a hombre 6, accede en permanencia a la Conciencia
10. 1 Corintios, XV, 51.
—llegado a hombre 7, accede a la libertad, obteniendo
una verdadera Voluntad
Yo - Conciencia - Voluntad constituyen el triple objetivo de la ciencia esotérica
y son la recompensa a los
Con esfuerzos realizados conscientemente y
perseverancial el hombre 7, obtiene
una verdadera Voluntad.
. Aquí toca a su fin la evolución esotérica posible en las condiciones
de la humanidad terrestre.

Boris Mourariev, Gnosis.


http://eneagramacuartocamino.wordpress.com

domingo, 15 de agosto de 2010

miércoles, 28 de julio de 2010

El Cuarto Camino


“Las ideas son una llamada perentoria, una llamada hacia otro mundo, una llamada de alguien que sabe y que puede mostrarnos el camino. Pero la transformación del ser humano requiere algo más. Sólo puede llevarse a cabo si hay un verdadero encuentro entre la fuerza consciente que desciende, y la total entrega que le responde. Esto da por resultado una fusión.

“Entonces puede aparecer una nueva vida en un nuevo conjunto de condiciones que sólo las puede crear y desarrollar quien tenga una conciencia objetiva.

“Mas para comprender esto, uno mismo debe haber pasado por todas las etapas de este desarrollo.

“Sin tal experiencia y comprensión, el trabajo perderá su efectividad y las condiciones serán interpretadas erróneamente; no serán dadas en el momento adecuado y veremos situaciones y esfuerzos que permanecen en el nivel de la vida ordinaria y que se repiten inútilmente”.

De la introducción de Jeanne de Salzmann al libro
Perspectivas desde el mundo real
Editorial Ganesha, Caracas, 2007





Bibliografía
Obras de G. I. Gurdjieff

Relatos de Gurdjieff: Relatos de Belcebú a su Nieto en Video
Subtitulado al Español

Relatos de Belcebú a su Nieto en Videos
Subtitulados al Español


•Relatos de Belcebú a su nieto, Libro 2



Relatos de Belcebú a su nieto, Libros Completos,
.una traducción que no es igual a otras ediciones por ejemplo la de Editorial Sirio

Editorial Sirio Los tres Libros en 1 $240.- Argentina 

Editorial Ganesha en tres Tomos  $120 C/tomo



•Relatos de Belcebú a su nieto, Libros  I, II y III
Colección Ganesha, Editorial Ganesha, Caracas, 2001.


•Encuentros con hombres notables,

Editorial Sirio

Edit. Ganesha, hay otra versión de Tapa

•La vida es real sólo cuando “Yo soy”,

Editorial Sirio
Editorial Ganesha



•Perspectivas desde el mundo real,


Editorial Sirio



Colección Ganesha, Editorial Ganesha, Caracas, 2007.
Obras de P. D. Ouspensky

•Fragmentos de una enseñanza desconocida,
Colección Ganesha, Editorial Ganesha, Caracas, 2004.


•Psicología de la posible evolución del hombre,
Colección Ganesha, Editorial Ganesha, Caracas, 1996.
Otros autores





•G. J. Blom, Gurdjieff El desarrollo armónico: Las grabaciones completas de armonio 1948 1949,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2008.




•Czeslaw Chejovich, Gurdjieff Mi vida con el maestro,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2006.



•Thomas de Hartmann, Nuestra vida con el señor Gurdjieff,
Librería Hachette, Buenos Aires, 1979.


•Nathalie de Salzmann de Etievan, ¡No saber es formidable!,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2007.


•Nathalie de Salzmann de Etievan, Tal como uno hace su cama, se acuesta,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2008.

•Paul Dukes, De un solo aliento Una interpretación perdida del Padre Nuestro,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 1998.




•Christopher Fremantle, De la atención,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 1996.





•John Fuchs, Cuarenta años tras los pasos de Gurdjieff,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2004.




















Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2006.


•C. Stanley Nott, G. I. Gurdjieff Diario de un alumno,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2005.


•A. R. Orage, Del amor y otros ensayos,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2002.



•Bruno de Panafieu, Textos compilados,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 1997.

.







•William Segal, Respirar el instante,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2004.







•Henri Tracol, Buscador de nacimiento,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 1999.


•Jean Vaysse, Hacia el despertar a sí mismo,
Colección Paracotos, Editorial Ganesha, Caracas, 2005.

La búsqueda de la comprensión del sentido de la vida llevó a Jean Vaysse, en 1947, al encuentro con la enseñanza de Gurdjieff. Trabajando en los grupos de París y más tarde ayudando a dirigirlos, Jean Vaysse sintió que había llegado el momento de expresar, por escrito, una aproximación a la enseñanza de Gurdjieff que facilitara su comprensión para quienes sienten la necesidad, o el deseo, de acercarse al Cuarto Camino.




•René Zuber, ¿Quién es usted, señor Gurdjieff?,
Librería Hachette S.A., Buenos Aires, 1977







IAGF

Fundación Gurdjieff Caracas
www.gurdjieffcaracas.org

miércoles, 21 de julio de 2010

LOS CAMINOS

LOS CUATRO CAMINOS
Primera Parte





LOS CUATRO CAMINOS
FAQUIR MONJE YOGUI Y 4TO. CAMINO

—Dije la última vez que la inmortalidad no es una propiedad con la que nace el hombre, pero
que ella puede ser adquirida. Todos los caminos que conducen a la inmortalidad —los que son
generalmente conocidos y los otros— pueden dividirse en tres categorías:
1. El camino del faquir.
2. El camino del monje.
3. El camino del yogui.
"El camino del faquir es el de la lucha con el cuerpo físico. es el camino del trabajo sobre la
primera habitación. Es largo. difícil y dudoso. El faquir se esfuerza en desarrollar la voluntad
física, el poder sobre el cuerpo. Lo obtiene mediante terribles sufrimientos, torturando al
cuerpo. Todo el camino del faquir está hecho de ejercicios físicos increíblemente penosos. Se

mantiene de pie, en la misma posición, sin movimiento alguno, durante horas, días, meses o
años; o bien, sentado sobre una piedra desnuda, bajo el sol, bajo la lluvia, bajo la nieve,
mantiene los brazos extendidos o bien se tortura con fuego o con un hormiguero en el que
pone sus piernas desnudas, y así sucesivamente. Si no se enferma o no muere, se desarrolla en
él lo que puede llamarse la voluntad física y obtiene entonces la cuarta habitación, es decir, la
posibilidad de formar el cuarto cuerpo. Pero sus otras funciones —emocionales,
intelectuales— permanecen sin desarrollar. Ha conquistado la voluntad, pero no tiene nada en
qué poderla aplicar, no puede hacer uso de ella para adquirir el conocimiento o perfeccionarse
a sí mismo. Por lo general está demasiado viejo para iniciar un trabajo nuevo.
"Pero ahí donde hay escuelas de faquires, también hay escuelas de yoguis. Por lo general los
yoguis no pierden de vista a los faquires y si un faquir obtiene lo que anhela antes de ser
demasiado viejo lo llevan a una de sus escuelas para curarlo; restablecen en él su poder de
movimiento, después de lo cual comienzan a enseñarle. Un faquir tiene que volver a aprender
a hablar y a caminar como si fuera un niño. Pero ahora tiene una voluntad que ha superado
dificultades increíbles y ésta podrá ayudarlo a vencer las dificultades que todavía lo esperan
en la segunda parte de su camino, en la que se tratará de desarrollar las funciones intelectuales
y emocionales.
"Ustedes no se pueden imaginar las pruebas a las que se someten los faquires. Yo no sé si
ustedes han visto a los verdaderos faquires. Por mi parte he encontrado muchos; me acuerdo
de uno de ellos que vivía en el patio interior de un templo de la India; hasta he dormido a su
lado. Día y noche, durante veinte años, se había mantenido sobre la punta de los dedos de las
manos y de los pies. Ya no podía enderezarse ni desplazarse, sus discípulos lo transportaban y
lo llevaban al río, donde lo lavaban como a un objeto. Pero resultados de esta clase no se
obtienen en un día. Piensen en todo lo que ha tenido que sobrellevar, en las torturas que ha
debido sufrir para alcanzar este grado.
"Y un hombre no se convierte en faquir debido a sentimientos religiosos o porque comprende
las posibilidades y los resultados de este camino. En todos los países del Oriente donde
existen faquires, la gente del pueblo tiene la costumbre de prometer a los faquires el niño
nacido después de algún acontecimiento feliz. También se da el caso de que los faquires
adopten huérfanos o le compren sus niños a los indígenas. Éstos se convierten en sus alumnos
y los imitan, ya sea de buen grado o constreñidos a hacerlo; algunos lo hacen sólo en
apariencia, pero hay otros que se convierten realmente en faquires.
"Además, otros siguen este camino simplemente por haber sido fuertemente impresionados al
ver a algún faquir. Cerca de todos los faquires que se pueden ver en los templos, se encuentra
gente que los imita, sentados o de pie, en la misma postura. Naturalmente que no lo hacen por
mucho tiempo, pero algunas veces durante largas horas. Y sucede también que un hombre que
ha entrado accidentalmente en un templo, en un día de fiesta, después de haber comenzado
por imitar a algún faquir que lo había impresionado, no regresa más a su hogar, sino que se
une a la multitud de discípulos; más tarde él mismo llegará a ser faquir. Ustedes deben
comprender que en estos casos yo no le doy a la palabra faquir su sentido propio. En Persia el
término faquir significa simplemente un mendigo; en la India, los juglares, los saltimbanquis,
a menudo se denominan ellos mismos faquires. Y los europeos, especialmente los europeos
cultos, le dan a menudo el nombre de faquir a los yoguis, lo mismo que a los monjes errantes
de diversas órdenes.
"Pero en realidad, el camino del faquir, el camino del monje y el camino del yogui, son
enteramente diferentes. Hasta ahora no he hablado sino de los faquires. Es el primer camino.
"El segundo es el del monje. Es el camino de la fe, del sentimiento religioso y de los
sacrificios. Un hombre que no tuviera muy fuertes emociones religiosas y una imaginación
religiosa muy intensa, no podría llegar a ser un «monje» en el verdadero sentido de la palabra.
El camino del monje es también muy duro y muy largo. El monje pasa años y decenas de años

luchando contra sí mismo; pero todo su trabajo está concentrado sobre la segunda habitación,
sobre el segundo cuerpo, es decir, sobre los sentimientos. Sometiendo todas sus otras
emociones a una sola, que es la fe, desarrolla en sí mismo la unidad, la voluntad sobre las
emociones, y por este camino alcanza la cuarta habitación. Pero su cuerpo físico y sus
capacidades intelectuales pueden quedarse sin desarrollo. Para poder servirse de lo que él
habrá obtenido, tendrá que cultivarse física e intelectualmente. Esto no se podrá realizar sino
por medio de nuevos sacrificios, de nuevas austeridades, de nuevos renunciamientos. Un
monje tiene que llegar a ser un yogui y un faquir. Son muy escasos los que llegan tan lejos;
más escasos aún los que llegan a triunfar sobre todas las dificultades. La mayoría muere antes
de arribar a esto o no llega a ser «monjes» sino en apariencia.
"El tercer camino es el del yogui. Es el camino del conocimiento, el camino del intelecto. El
yogui trabaja sobre «la tercera habitación» para llegar a penetrar en la cuarta por medio de sus
esfuerzos intelectuales. El yogui llega a alcanzar «la cuarta habitación» al desarrollar su
intelecto, pero su cuerpo y sus emociones quedan sin desarrollarse y, como el faquir y el
monje, es incapaz de sacar partido de su victoria. Lo sabe todo pero no puede hacer nada. Para
ser capaz de hacer debe conquistar el dominio sobre su cuerpo, sobre sus emociones, es decir
sobre la primera y la segunda habitación. Para lograr esto, le es necesario comenzar a trabajar
de nuevo, y no obtendrá resultados sin esfuerzos prolongados. En este caso, sin embargo, él
tiene la ventaja de comprender su posición, de conocer lo que le falta, lo que debe hacer, y la
dirección que debe seguir. Pero, así como en el camino del faquir o del monje, también en el
del yogui son muy escasos los que adquieren tal conocimiento, ES decir, obtienen el nivel en
el que un hombre puede saber a dónde va. La mayoría se detiene en un cierto grado de
desarrollo y no va más lejos.
"Los caminos también difieren mucho los unos de los otros en relación al maestro, o al guía
espiritual.
"En el camino del faquir un hombre no tiene maestro en el verdadero sentido de la palabra. En
este caso, el maestro no enseña, simplemente sirve de ejemplo. El trabajo del alumno se limita
a imitar al maestro.
"El hombre que sigue el camino del monje tiene un maestro y parte de sus deberes, parte de su
tarea, consiste en tener una fe absoluta en él, en someterse por completo a su maestro, en
obedecer. Pero lo esencial en el camino del monje es la te en Dios, el amor a Dios, los
esfuerzos ininterrumpidos para obedecer a Dios y servirlo, aunque en su comprensión de la
idea de Dios y del servicio de Dios, pueda haber una gran parte de subjetividad y muchas
contradicciones.
"En el camino del yogui no hay que hacer nada, y no se debe hacer nada, sin un maestro. El
hombre que emprende este camino, al comienzo debe imitar a su maestro como el faquir y
creer en él como el monje. Pero después, paulatinamente, llega a ser su propio maestro,
aprende los métodos de su maestro y gradualmente se ejercita en aplicárselos a sí mismo.
"Pero todos los caminos, tanto el del faquir como el del monje y el del yogui, tienen un punto
en común. Todos comienzan por lo que es más difícil, un cambio total de vida, un
renunciamiento a todo lo que es de este mundo. Un hombre que tiene un hogar, una familia,
debe abandonarlos, debe renunciar a todos los placeres, apegos y deberes de la vida, y partir al
desierto, entrar en un monasterio o en una escuela de yoguis. Desde el primer día, desde el
primer paso sobre el camino, debe morir para el mundo; sólo así puede esperar obtener algo
en uno de estos caminos.
"Para captar la esencia de esta enseñanza es indispensable darse cuenta cabal de que los
caminos son los únicos métodos capaces de asegurar el desarrollo de las posibilidades ocultas
del hombre. Además muestra cuán raro y difícil es un desarrollo de esta clase. El desarrollo de
estas posibilidades no es una ley. La ley para el hombre es una existencia dentro del círculo de
las influencias mecánicas, es el estado del «hombre-máquina». El camino del desarrollo de las

posibilidades ocultas es un camino contra la naturaleza, contra Dios. Esto explica las dificultades 
y el carácter exclusivo de los caminos. Son estrictos y estrechos. Sin embargo, nada se
puede alcanzar sin ellos. En el océano de la vida ordinaria, y especialmente de la vida moderna, los caminos aparecen sólo
como un fenómeno minúsculo, apenas perceptible, que desde el punto de vista de esta vida no
tiene la menor razón de ser. Pero este fenómeno minúsculo contiene en sí mismo todo cuanto
el hombre dispone para el desarrollo de sus posibilidades ocultas. Los caminos se oponen a la
vida de todos los días que está basada en otros principios y sometida a otras leyes. He aquí el
secreto de su poder y de su significación. En una vida ordinaria, aunque esté llena de intereses
filosóficos, científicos, religiosos o sociales, no hay nada y no puede haber nada en ella que
ofrezca las posibilidades contenidas en los caminos. Porque éstos llevan al hombre o pueden
llevarlo a la inmortalidad. La vida mundana, aun la más exitosa, lleva a la muerte y no puede
llevar a ninguna otra cosa. La idea de los caminos no puede ser comprendida si se admite la
posibilidad de la evolución del hombre sin su ayuda.
"Por regla general, es duro para un hombre resignarse a esta idea; le parece exagerada, injusta
y absurda. Tiene una comprensión pobre del sentido de la palabra «posibilidad». Se imagina
que si tiene algunas posibilidades en sí mismo, éstas tendrán que desarrollarse y que por cierto
los medios de desarrollo están a su alcance. Partiendo de un total rechazo a reconocer en sí
mismo cualquier clase de posibilidad, por lo general el hombre pasa súbitamente a la
imperiosa exigencia de su desarrollo inevitable. Para él es difícil adaptarse a la idea de que sus
posibilidades no sólo pueden permanecer en su estado actual de infra-desarrollo, sino aun
atrofiarse definitivamente, y que por lo tanto su desarrollo reclama de él prodigiosos y
perseverantes esfuerzos. De una manera general, si consideramos a las personas que no son ni
faquires, ni monjes, ni yoguis, y de las que podemos afirmar sin temor que jamás serán
faquires, monjes o yoguis, estamos en condición de afirmar con certeza absoluta que sus
posibilidades no pueden ser desarrolladas y que no se desarrollarán jamás. Es indispensable
persuadirse profundamente de esto para comprender lo que voy a decir.
"En las condiciones ordinarias de la vida civilizada, la situación de un hombre, aun
inteligente, que busca el conocimiento, es sin esperanza, porque no tiene la menor posibilidad
de encontrar alrededor de él algo que se asemeje a una escuela de faquires o a una escuela de
yoguis. En cuanto a las religiones del Occidente, han degenerado hasta tal punto que desde
hace mucho tiempo ya no hay nada viviente en ellas. En fin, del lado «ocultista» o
«espiritista», ya no hay nada que esperar sino experiencias ingenuas.
"La situación seria realmente desesperada, si no existiese otra posibilidad, la de un cuarto
camino.
"El cuarto camino no exige que uno se retire del mundo, no exige que uno abandone todo
aquello por lo que se ha vivido hasta el momento. Este camino comienza mucho más lejos que
el del yogui. "Esto significa que es necesario estar preparado para entrar en el cuarto camino,
y que esta preparación, que es de las más serias, tiene que adquirirse en la vida ordinaria y
aplicarla sobre muchos lados diferentes. Además, el hombre que quiere seguir el cuarto
camino tiene que reunir en su vida condiciones favorables al trabajo, o por lo menos aquellas
que no lo hagan imposible; porque es necesario convencerse de que tanto en la vida exterior
como en la vida interior, ciertas condiciones pueden constituir barreras infranqueables para el
cuarto camino. Añadamos aún, que este camino, contrariamente al del faquir, al del monje y
al del yogui, no tiene una forma definida. Ante todo, tiene que ser hallado. Es la primera
prueba. Y es difícil, porque el cuarto camino es mucho menos conocido que los otros tres
caminos tradicionales. Son numerosas las personas que nunca han oído hablar de él o que
niegan simplemente su existencia o aun su posibilidad.
"Sin embargo, el comienzo del cuarto camino es más fácil que el comienzo de los caminos del
faquir, del monje y del yogui. Es posible seguir el cuarto camino y trabajar en él mientras uno
continúa atendiendo sus ocupaciones ordinarias, en las condiciones habituales de la vida, sin
cortar las relaciones que uno tiene con la gente, sin abandonar nada. Este camino no exige el
renunciamiento. Por el contrario, las condiciones de vida en las que un hombre se encuentra
cuando emprende el trabajo —o en las que el trabajo lo sorprende, por así decirlo— son las
mejores posibles para él, por lo menos al comienzo. Porque ellas le son naturales. Ellas son el
hombre mismo, porque la vida de un hombre y sus condiciones corresponden a lo que él es.
La vida las ha creado a su medida; por consiguiente, cualquier otra condición sería artificial, y
en este caso el trabajo no podría tocar inmediatamente todos los lados de su ser.
"De esta manera, el cuarto camino alcanza simultáneamente todos los lados del ser humano.
Es un trabajo inmediato sobre las tres habitaciones a la vez. El faquir trabaja sobre la primera
habitación, el monje sobre la segunda, el yogui sobre la tercera.
Cuando alcanzan la cuarta habitación, el faquir, el monje y el yogui dejan atrás muchas tareas
incumplidas y no pueden hacer uso de lo que han alcanzado porque no dominan todas sus
funciones. El faquir es amo de su cuerpo, pero no de sus emociones, ni de sus pensamientos;
el monje es amo de sus emociones, pero no de su cuerpo, ni de su pensamiento; el yogui es
amo de su pensamiento, pero no de su cuerpo, ni de sus emociones.
"Por lo tanto el cuarto camino difiere de los otros, en que exige del hombre ante todo la
comprensión. El hombre no debe hacer nada sin comprender — salvo a título de experimento,
bajo el control y la dirección de su maestro. Cuanto más comprenda un hombre lo que hace,
tanto más valor tendrán los resultados de sus esfuerzos. Es un principio fundamental del
cuarto camino. Los resultados obtenidos en el trabajo son proporcionales a la conciencia que
uno tiene de ese trabajo. No se requiere «fe» en este camino, por el contrario, la fe de
cualquier naturaleza que fuera, es aquí un obstáculo. En el cuarto camino, un hombre tiene
que asegurarse por sí mismo de la verdad de lo que se le dice, y en tanto que no haya
adquirido esta certidumbre, no debe hacer nada.
"El método del cuarto camino es el siguiente: si uno comienza un trabajo sobre una
habitación, debe emprender simultáneamente un trabajo correspondiente sobre las otras dos.
En otros términos, mientras uno trabaja sobre el cuerpo físico, hay que trabajar
simultáneamente sobre el pensamiento y sobre las emociones; mientras uno trabaja sobre el
pensamiento hay que trabajar sobre el cuerpo físico y las emociones; mientras se trabaja sobre
las emociones, hay que trabajar sobre el pensamiento y sobre el cuerpo físico. Lo que permite
llegar a esto es que en el cuarto camino es posible hacer uso de un cierto saber, inaccesible en
los caminos del faquir, del monje y del yogui. Este saber proporciona la posibilidad de un
trabajo en las tres direcciones a la vez. Toda una serie de ejercicios paralelos sobre los tres
planos, físico, mental y emocional, sirven a esta meta. Aun más, en el cuarto camino es
posible individualizar el trabajo de cada uno; dicho de otro modo, cada uno no debe hacer
sino lo que le es necesario, y nada de lo que no tiene utilidad para él. Porque el cuarto camino
pone de lado todo lo superfluo que se mantiene en los otros caminos simplemente por rutina.
"De esta manera, cuando un hombre alcanza la voluntad por el cuarto camino, se puede servir
de ella, porque ha adquirido el control de todas sus funciones físicas, emocionales e
intelectuales. Y por añadidura, ha ahorrado mucho tiempo al trabajar a la vez, paralelamente,
sobre los tres lados de su ser.
"A veces al cuarto camino se le llama el camino del hombre ladino. El «hombre ladino»
conoce un secreto que no conocen el faquir, el monje ni el yogui. Cómo ha aprendido este
secreto el hombre ladino — nadie lo sabe. Quizás lo ha encontrado en un libro antiguo, quizás
lo ha heredado, quizás lo ha comprado o a lo mejor se lo ha robado a alguien. No importa. El
hombre ladino conoce el secreto y con su ayuda, deja muy atrás al faquir, al monje y al yogui.
"Entre los cuatro, el faquir es el que actúa de la manera más tosca; sabe muy poco, y
comprende muy poco. Supongamos que después de un mes de torturas intensivas, llega a
desarrollar cierta energía, cierta substancia que produce en él cambios definidos. Esto lo hace

absolutamente en la oscuridad, con los ojos cerrados, sin conocer ni la meta, ni los métodos,
ni los resultados, por simple imitación.
"El monje sabe un poco mejor lo que quiere; lo guía su sentimiento religioso, su tradición
religiosa, un deseo de realización, de salvación; tiene fe en su maestro que le dice lo que debe
hacer y cree que sus esfuerzos y sacrificios «complacen a Dios». Supongamos que en una
semana de ayuno, de oraciones continuas, de privaciones y penitencias, llega a alcanzar lo que
el faquir no ha podido desarrollar en sí mismo sino en un mes de torturas.
"El yogui sabe mucho más. Sabe lo que quiere, sabe por qué lo quiere y sabe cómo lo puede
alcanzar. Sabe, por ejemplo, que para arribar a sus fines, tiene que desarrollar en él cierta
substancia. Sabe que esta substancia se puede producir en un día, a través de cierta clase de
ejercicio mental o a través de concentración intelectual. De este modo, fija su atención sobre
un ejercicio por un día entero, sin permitirse una sola idea ajena, y así obtiene lo que necesita.
De esta manera, en sólo un día, un yogui llega a lo mismo que llega el monje en una semana y
el faquir en un mes.
"Pero en el cuarto camino, el conocimiento es aún más exacto y más perfecto. El hombre que
lo sigue conoce con precisión qué substancias necesita para alcanzar sus fines y sabe que estas
substancias pueden ser elaboradas en el cuerpo por un mes de sufrimiento físico, una semana
de tensión emocional o un día de ejercicios mentales — y también, que estas substancias
pueden ser introducidas desde afuera en el organismo, si se sabe cómo arreglárselas. Y así,
en lugar de perder un día entero en ejercicios como el yogui, una semana en oraciones como
el monje o un mes en suplicios como el faquir, el hombre que sigue el cuarto camino se
contenta con preparar y engullir una pequeña píldora que contiene todas las substancias
requeridas y de esta manera sin pérdida de tiempo obtiene los resultados deseados."
—Igualmente hay que tener en cuenta, dijo G., que fuera de estos caminos justos y legítimos,
hay también caminos artificiales, que no dan sino resultados temporales, y caminos francamente
malos que aun pueden dar resultados permanentes, pero nefastos. Igualmente en estos
caminos el hombre busca la llave de la cuarta habitación y algunas veces la encuentra. Pero lo
que encuentra en la cuarta habitación, nadie lo sabe.
"También sucede que la puerta de la cuarta habitación sea abierta artificialmente, por medio
de una ganzúa.

"Y en estos dos casos se puede encontrar la habitación vacía."
G.I. GURDJIEFF
FRAGMENTOS DE UNA ENSEÑANZA DESCONOCIDA P. D. OUSPENSKY


domingo, 11 de julio de 2010

LAS INFLUENCIAS A B C

LAS INFLUENCIAS
A, B,



Veamos ahora cómo puede el hombre acceder al esoterismo desde el
punto de vista práctico, como debe trabajar para establecer los lazos
permanentes que le ofrecen la posibilidad de evolucionar. La Tradición trata
este problema con la ayuda del esquema siguiente, en cierta forma el más
importante esquema de la enseñanza esotérica. Encierra una multitud de ideas
que sobrepasan amplia-mente los comentarios de este momento.
Recomendamos volver a él con frecuencia y meditarlo.

Las flechas en éste caso blancas representan las influencias creadas en la vida por la vida misma. Es una primera especie de influencia, llamadas influencias
"A", en medio de las cuales se encuentra el hombre. Se notará que cubren de
Manera más o menos pareja toda la superficie del círculo de la vida. Como en el caso de
todas las fuerzas radiantes de la naturaleza, su efecto es inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia, de modo que el hombre sufre sobre todo la
influencia de las flechas de su entorno inmediato y es arrastrado a cada instante
por la resultante del momento. La influencia de las flechas "A" sobre el hombre
exterior es imperativa; empujado, avanza errante por el circulo de su vida, del
nacimiento a la muerte, siguiendo una línea quebrada con, a veces, peligrosos
cambios de orientación.
El conjunto de las influencias "A" forma la Ley de Azar o Ley de Accidente,
bajo cuyo imperio esta emplazada la suerte humana. Si examinamos el esquema
percibiremos que cada flecha negra esta contrabalanceada, neutralizada en
alguna parte por otra flecha de igual fuerza y diametralmente opuesta, de modo
que si se las dejara neutralizar efectivamente, su resultante general seria igual
a cero. Esto significa que, en su conjunto, las influencias "A" son de naturaleza
ilusoria, aunque el efecto de cada una de ellas sea efectivamente real. Es por esta
razón que el hombre exterior las toma por realidad.
El circulo blanco () representa el Centro
esotérico, emplazado fuera de las leyes generales de la vida.
Las flechas blancas representan las influencias "B". Son influencias arrojadas
al torbellino de la vida desde el Centro esotérico. Creadas fuera de la vida,
estas flechas están todas orientadas en la misma dirección. En su conjunto
forman una especie de campo magnético.
Dado que las influencias "A" se neutralizan, las influencias "B" constituyen,
de hecho, la única realidad.
El pequeño círculo rayado representa en este esquema al hombre tomado
aisladamente. Las rayas significan que la naturaleza del hombre exterior no es
homogénea: esta entremezclada.
Si el hombre pasa su vida sin distinguir las influencias "A" y "B", la
terminara como la empezó, es decir, mecánicamente, movido por la Ley de
Accidente. Según la naturaleza e intensidad de las fuerzas resultantes a las que
este sometido, podrá hacer una brillante carrera, en el sentido que el mundo da
a esa expresión, pero llegara al fin de sus días sin haber aprendido ni comprendido
nada de lo Real. Y la tierra volverá a la Tierra.
En la vida, cada ser está sometido a una especie de exámen. Si discierne la
existencia de las influencias "B", si adquiere el gusto de recogerlas y absorberlas,
si aspira a asimilarlas cada vez más, su naturaleza interior—entremezclada sufrirá
poco a poco una cierta evolución. Si los esfuerzos por absorber las
influencias "B" son constantes y suficientemente intensos, se podrá formar en
el un centro magnético, representado en el esquema por el pequeño espacio en
blanco.
Si una vez nacido en el, ese centro es cuidadosamente desarrollado, tomara
cuerpo y ejercerá a su vez influencia sobre las resultantes de las flechas "A"
siempre activas, de manera que sobrevendrá a estas una desviación. Esta
desviación puede ser violenta. En general constituye una transgresión a la ley
de la vida exterior y provoca conflictos en el hombre y en su entorno. Si pierde
la batalla, sale de ella con la convicción de que las influencias "B" no son mas
que ilusión y que la única realidad esta representada por las influencias "A". El
centro magnético que se había formado en el se reabsorbe y, poco a poco,
desaparece. Desde el punto de vista esotérico su nueva situación es peor que la
anterior, cuando el casi no discernía las influencias "B". A este caso hace alusión
la parábola del espíritu impuro y la casa vacía. 11
Pero si resulta vencedor en este primer combate, su centro magnético,
consolidado y reforzado, lo atraerá hacia un hombre de influencia "C", mas
fuerte que el y poseedor de un centro magnético más potente. Así, por vía de
sucesión, al estar este en relación con un hombre de influencia "D", estará
relacionado al Centro esotérico "E".
En adelante, el hombre ya no estará aislado en la vida. Es verdad que
continuará viviendo, como antes, bajo la acción de las influencias "A", que por
largo tiempo todavía ejercerán su ascendiente sobre él. Pero poco a poco y
gracias al efecto de la influencia en cadena "B" - "C" - "D" - "E", se desarrollara
su centro magnético y, a medida que crezca, saldrá el hombre del influjo de la Ley
de Accidente para entrar en el dominio de la Conciencia.
Si alcanza este resultado antes de su muerte, podrá decir que no ha vivido
su vida en vano.
Boris Mouravieff,Gnosis.

lunes, 19 de abril de 2010

Cosmología del Rayo de Creación

EL RAYO DE CREACIÓN:




R. Eso está conectado con la idea de un "sendero" o "camino". Lo que es importante
comprender es que el camino no comienza en el nivel corriente de la vida; empieza en un
nivel superior. El primer paso es el momento en que uno se encuentra con la influencia C.
Desde este momento comienza una escalera con una cantidad de escalones que han de ascenderse antes de alcanzar el camino. El camino no empieza en el fondo, sino sólo después de
haber ascendido el último escalón.
P. ¿A qué llama hombre normal?
R. Puede parecer paradójico, pero no tenemos otra definición: significa un hombre que puede
desarrollarse.
P. ¿Hay alguna relación entre influencias B e influencias A? ¿Cuando las influencias B entran
en el hombre, afectan a las influencias A y las transforman?
R. Pueden afectarlas, pero, al mismo tiempo, una excluye necesariamente a la otra. El hombre
vive en la Tierra bajo estas dos influencias diferentes; puede escoger solamente una, o puede
tener ambas. Cuando usted habla de influencias A y B, empieza a hablar sobre hechos. Si
usted reemplaza esta expresión por uno u otro hecho definido, verá en qué relación están. Es
facilísimo.
A esta altura, surge naturalmente la pregunta: ¿Por qué le es tan difícil al hombre empezar a
cambiarse, a llegar a una posibilidad de crecimiento? Porque, como verá, debe recordar que el
hombre es creado de una manera muy interesante por la naturaleza. Es desarrollado hasta
cierto punto; después de este punto, debe desarrollarse.-La naturaleza no desarrolla al hombre
más allá de cierto punto. Después aprenderemos con todos los detalles hasta qué punto el
hombre es desarrollado y cómo debe empezar su ulterior desarrollo, y veremos porqué, desde
este punto de vista, jamás podría desarrollarse, y porqué no puede ser desarrollado por la
naturaleza. Pero antes que eso, debemos entender ciertas condiciones generales.
Al hombre le es difícil, incluso, empezar cualquier clase de trabajo sobre sí, porque vive en un
sitio muy malo del universo. Al principio, eso debe sonar como una idea extrañísima. No
comprendemos que en el universo hay sitios mejores y peores, y ciertamente no
comprendemos que nos toca estar en el casi peor sitio. No logramos comprenderlo porque,








desde un punto de vista, nuestro conocimiento del universo es demasiado complicado. Desde
otro punto de vista, no toma en cuenta los hechos reales.
Si observamos el sitio más próximo a nosotros en el universo, comprendemos que vivimos en
la Tierra, y que la Luna está bajo la influencia de la Tierra. Al mismo tiempo, vemos que la
Tierra es uno de los planetas del sistema solar, que hay planetas mayores, probablemente más
poderosos que la Tierra, y que todos estos planetas, tomados juntos, deben afectar y controlar
de algún modo a la Tierra. Siguiendo en escala, viene el Sol, y comprendemos que el Sol
controla todos los planetas y la Tierra al mismo tiempo. Si usted piensa desde este punto de
vista, tendrá ya una idea diferente del sistema solar, aunque en estas cosas no hay nada nuevo:
es sólo una cuestión de cómo relacionar una cosa con otra. La Tierra es uno de los planetas del sistema solar, y el Sol es una de las estrellas de la VíaLáctea. Más allá de eso, podemos tomar todos los mundos posibles. Esto es todo lo que
conocemos desde el punto de vista corriente. Como un término puramente filosófico,
podemos añadir a eso una condición o relación de las cosas que llamamos el Absoluto, un
estado en el que todo es uno. Ahora podemos expresar esta relación de la Luna con la Tierra,
de la Tierra con los planetas, etc., de un modo ligeramente diferente.
o Absoluto. Inicio desconocido de todo.
o Todos los Mundos. Todas las galaxias similares o distintas de nuestra galaxia.
o Todos los Soles. Nuestra galaxia.
o Nuestro Sol. Nuestro sistema solar.
o Todos los Planetas. Todos los planetas del sistema solar.
o La Tierra.
o La Luna.
Mirando desde arriba hacia abajo, podemos empezar a entender la vasta diferencia en escala si comparamos Todos los Soles con nuestro Sol, o la Tierra con Todos los Planetas. Podemos
entender que están en cierta definida relación de escala uno con otro. La más pequeña es la
Luna, y más allá de la Luna no conocemos nada. La totalidad de esto se llama el Rayo de la
Creación. Hay otros rayos, porque este rayo no incluye a todo el universo, pero puesto que
vivimos en la Tierra y aquél atraviesa la Tierra, pertenecemos a este Rayo de la Creación. Por
este diagrama resulta claro lo que significa estar en un mal sitio del universo. El peor sitio es
la Luna, pero la Tierra es casi tan malo. Es como vivir cerca del Polo Norte, lo cual explica
por qué tantas cosas son difíciles en la Tierra. Sobre eso no podemos cambiar ni hacer nada,
podemos adaptarnos, y de esa manera podemos eludir muchas cosas que de otro modo no
podríamos eludir. Pero no debemos permitir que nuestra imaginación se escape y nos diga que
podemos huir por completo.
Sólo deseo agregar una cosa. Por razones que son difíciles de explicar por ahora, en el Rayo
de la Creación todos estos mundos están conectados entre si: las influencias pasan de lo
superior a lo inferior, pero entre los Planetas y la Tierra hay una grieta. A fin de unir esta
grieta de modo que las influencias de Todos tos Planetas puedan llegara la Tierra, fue
inventado cierto instrumento. Es una especie de película sensible que rodea a la Tierra, es
decir, la Vida Orgánica sobre la Tierra. De modo que las plantas, los animales y los hombres
sirven a una finalidad definida; sirven para la comunicación entre la Tierra y los planetas. Con
la ayuda de la vida orgánica que puede recibirlas y retenerlas, las influencias planetarias
penetran en la Tierra. Este es el significado y la razón de la vida orgánica sobre la Tierra.
P. Usted presume la vida orgánica sólo en la Tierra. ¿Presume que en los otros planetas no
hay nada?
R. No, de ninguna manera, pero nos interesa la vida orgánica sobre la Tierra, porque estamos en la Tierra, y somos parte de la vida orgánica sobre la Tierra, de modo que sólo hablamos de
la Tierra. Todos los otros planetas los tomamos juntos como una masa, pero sobre la Tierra
hablamos de manera diferente. Este es el principio de la escala. Cuanto más próximo a usted
está algo, más cercano está su estudio a la escala plena. Si usted estudia esta habitación,
necesita saber cuántas personas vienen y cuántas sillas se precisan; usted estudia
pormenorizadamente, pero si toma la casa solamente, no necesita conocer tales pormenores. Y
si toma la calle, es asimismo diferente. En el mismo sentido, estudiamos el Rayo de la
Creación sobre diferentes escalas. Hablamos de la vida orgánica sobre la Tierra, pero no
hablamos de la vida orgánica sobre cualquier otro planeta; no tenemos modo de estudiar eso,
excepto sobre la Tierra.
Le daré unos pocos pormenores más sobre el Rayo de la Creación que le explicarán lo que
signifiqué cuando dije que la Tierra es un mal sitio en el universo. Recordará que antes dije
que teníamos que llegar al estudio de las leyes fundamentales del universo, y dije que las dos
leyes que debíamos estudiar serían la Ley de los Tres y la Ley de los Siete, y luego mencioné
también el principio de la escala. Ahora se ha encontrado ya con este principio y entiende que
no estudiamos todo en la misma escala. Este es realmente el punto más débil de la ciencia
comente; los científicos tratan de estudiarlo todo sobre la misma escala, sin entender que eso
no es necesario. De hecho, totalmente lo contrario. Para todos los fines prácticos, debemos
aprender a estudiar las cosas sobre diferentes escalas.
Debemos retornar a la Ley de los Tres. Recordará cómo se explicó que todo lo que ocurre es
el resultado de la acción de tres fuerzas, y que dos fuerzas no pueden producir por sí mismas
efecto alguno. Trataré de conectar esta idea con el Rayo de la Creación.
El Absoluto es el Mundo 1, pues las tres fuerzas que hay en él totalizan uno. Por su propia
voluntad y consciencia, el Absoluto crea los mundos. Allí todo es intencional y cada fuerza
que hay en él ocupa cada lugar. Esto es incomprensible para nosotros. En el mundo siguiente,
el Mundo 3, están las mismas tres fuerzas, sólo que ya están divididas. Estas tres fuerzas
producen, a su vez, mundos de los que tomamos uno, pero este Mundo 6 es diferente del
Mundo 3, que está en contacto con el Absoluto, pues ya es mecánico. El Mundo 6 tiene tres
fuerzas del mundo precedente, y tres propias. El siguiente mundo, el Mundo 12, tiene tres
fuerzas del mundo del segundo orden, seis del mundo del tercer orden, y tres propias. El
mundo siguiente, el Mundo 24, tiene veinticuatro fuerzas; el inmediato, cuarenta y ocho
fuerzas; y el último, noventa y seis fuerzas.



Mundo 1 Absoluto 1
Mundo 3 Todos los Mundos 3
Mundo 6 Todos los Soles 6 ( 3 + 3)
Mundo 12 Sol 12 ( 3 + 6 + 3)
Mundo 24 Todos los Planetas 24 ( 3 + 6 + 12 + 3)
Mundo 48 Tierra 48 ( 3 + 6 + 12 + 24 +3)
Mundo 96 Luna 96 ( 3 + 6 + 12 + 24 + 48 + 3)


Estas cifras se refieren a la cantidad de leyes que gobiernan cada mundo. Cuanto mayor es la
cantidad de leyes, más difícil es cambiar algo. Por ejemplo, el hombre vive en la Tierra, que
se halla bajo cuarenta y ocho leyes. El mismo se halla bajo muchas más leyes, pero incluso
estas cuarenta y ocho leyes le hacen dificilísimo cambiar algo, porque cada pequeña cosa es
gobernada por estas leyes. Afortunadamente, no todas las leyes bajo las cuales el hombre vive
son para él obligatorias, de modo que puede escapar de algunas de ellas, y su posibilidad de
evolución está fundamentalmente conectada con escapar de ciertas leyes. Escalando el muro
de la prisión, el hombre también escapa de las leyes.


P. Ouspensky, EL CUARTO CAMINO

domingo, 28 de febrero de 2010

LOS YOES Y LA UNIDAD

LOS YOES Y LA UNIDAD



Cuando a quien vive bajo esta presión constante de la vida contemporánea
se le pide que vuelva hacia si mismo su mirada mental, por lo general responde
que no tiene tiempo para entregarse a un tal ejercicio. Si se le insiste y asiente,
en la mayoría de los casos dirá que no ve nada. Niebla. Oscuridad. En algunos
raros casos el observador informara que percibe algo que no sabría definir,
porque ese algo cambia todo el tiempo.
Esta última observación es correcta. En efecto, todo cambia en nosotros
y a cada instante. Basta el menor choque exterior —agradable o desagradable,
felíz o desgraciado— para que nuestro contenido interior tome un nuevo
aspecto.
Si continuamos la observación interior sin tomar partida, esta introspección
nos permite constatar muy pronto y no sin sorpresa que nuestro Yo, del
cual estamos habitualmente tan orgullosos, no es siempre igual a si mismo:
cambia.
Luego la impresión se define; comenzamos a notar que en realidad no
vive en nosotros un hombre único sino varios, cada uno con sus propios gustos,
sus aspiraciones propias y persiguiendo sus propios fines. De pronto descubrimos
en nosotros un mundo lleno de vida y de colores que hasta ayer ignorábamos
casi por completo.
De continuar la experiencia, pronto distinguiremos tres corrientes en
esa vida en perpetuo movimiento: la de la vida, por asi decir vegetal, de los
instintos; la de la vida animal de los sentimientos y, finalmente, la corriente de
la vida propiamente humana, caracterizada por el pensamiento y la palabra.
Algo asi como si en nosotros existiesen tres personas. Pero donde todo esta
entremezclado de una extraña manera.
Podemos apreciar entonces el valor de la OBSERVACIÓN DE SI como método
de trabajo practico que permite conocerse y entrar en si mismo. A medida que
progresamos nos damos mas y mas cuenta de la real situación en que nos
encontramos. En definitiva, el contenido interior del hombre es análogo a un
recipiente lleno de limaduras en estado de mezcla por acción mecánica, de modo
tal que cualquier choque sufrido por el recipiente provocara un desplazamiento
de las partículas de limadura. Es así como la vida real escapa al ser humano, a
causa de ese cambio permanente de su vida interior.fig 1
No obstante, como veremos mas adelante, esta insensata y peligrosa
situación puede ser favorablemente modificada. Ello requiere trabajo, esfuerzos
conscientes y sostenidos. La OBSERVACIÓN mantenida incansablemente trae
como consecuencia una sensibilización interior que, a su vez, intensificara la
amplitud y frecuencia de los movimientos en ocasión del desplazamiento de las
partículas de limadura. De esta forma, los choques que antes pasaban desapercibidos
provocaran de ahí en adelante vivas reacciones. Por su continua amplificación, estos movimientos llegaran a producir un frotamiento de tal intensidad entre las partículas de limadura, que un día se podrá sentir el fuego interior encenderse en si.
Fig. 2
No basta una simple llamarada ni basta que el fuego arda bajo las
cenizas. Un fuego vivo, ardiente, una vez encendido debe ser cuidadosamente
mantenido por la voluntad de afinar y cultivar la sensibilidad. Si esto ocurre,
nuestro estado puedē cambiar: el calor de la llama provocara en nosotros la soldadura De ahí en adelante el contenido interior ya no formará un conglomerado
de partículas de limadura; formará un bloque. Los choques sufridos ya no
provocarán en el hombre, como antes, un cambio interior. Alcanzado este
punto, habrá adquirido la firmeza, permanecerá él mismo en medio de las
tempestades de la vida.
Tal es la perspectiva que se abre a quien estudia la ciencia esotérica.
Para alcanzar el estado que se acaba de describir habrá que desembarazarse
desde el comienzo de toda ilusión respecto a sí mismo, por cara que sea, pues,
tolerada al principio, una ilusión de esta índole crecerá sobre la marcha y,
deshacerse de ella, serán necesarios sufrimientos y esfuerzos complementarios.

BORIS MOURAVIEF, Gnosis I