LA FALSA PERSONALIDAD - LA ESENCIA
Y EL RECUERDO DE SI
Todos tenemos los mismos problemas y las mismas necesidades.
Nuestro problema es que estamos en una máquina; nuestra
necesidad es recordarnos a nosotros mismos.
La falsa personalidad se opone a controles y a restricciones. Para
despertar tienes que vadear a través de la gran fuerza negativa que
es la fuerza imaginaria de tu vida, trabajando con la debilidad del
momento. Tu eficacia es proporcional al esfuerzo que haces.
LA FALSA PERSONALIDAD PIENSA QUE LAS SITUACIONES SIMPLES NO SON
TAN IMPORTANTES PARA EL RECUERDO DE SI.
Debemos introducir el recuerdo de
sí en cada suceso de nuestra vida, no importa cuan común parezca.
Y,
en verdad, los numerosos sucesos cotidianos tienen su propio
encanto.
Ouspensky decía que LA FALSA PERSONALIDAD ES ATRACTIVA Y DIVERTIDA Y
QUE ENCONTRARÁ CALIFICATIVOS QUE ENNOBLEZCAN SUS DEBILIDADES.
Hay que estar dispuestos a dejar de lado todo lo que ocupe el lugar
del
recuerdo de sí. La falsa personalidad piensa que tenemos que estar
en un templo o en un retiro para despertar la consciencia. Es necesario buscar EL
RECUERDO DE SI EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA porque sin él no existimos. David (el Mundo seis, el centro
intelectual superior) debe acabar con Goliat (la falsa
personalidad). La falsa personalidad se opone al recuerdo de sí, porque su vida
imaginaria está en juego. La falsa personalidad ansia la novedad. Va en pos de
una novedad tras otra, en lugar de contentarse con la simplicidad del recuerdo
de sí.
Para LA FALSA PERSONALIDAD EL RECUERDO
DE SI ES SIEMPRE UNA INTERRUPCIÓN.
Trata de ignorar los «yoes» que no
quieren trabajar.
Nuestro ser se encuentra a prueba
cuando no estamos en las
reuniones. En tu vida cotidiana con
otros estudiantes trata de no
convertirte en otra persona, para no
alimentar la falsa personalidad
ni en ti ni en ellos. Con gente de la
vida trata de utilizar la insinceridad
intencional y de interpretar el papel
de la falsa personalidad.
La falsa personalidad se deja influir
por los «yoes» de los demás,
porque está sujeta al dominio femenino
y quiere gustar. Con el tiempo,
uno podrá considerar externamente las
necesidades de los demás,
sin preocuparse por satisfacer sus
expectativas.
La falsa personalidad trata de ocupar
el presente en lugar de los
centros superiores. Debemos valorar lo
que menos interesa a la falsa
personalidad: el recuerdo de sí. La
principal condición de la falsa
personalidad es estar disgustada con
el recuerdo de sí. El sistema es
muy simple y la falsa personalidad lo
mina haciéndolo parecer
complicado. A despecho de la
cosmología, lo principal es estar donde
estás. A menudo, los estudiantes dejan
que la falsa personalidad los
engañe haciéndoles plantear preguntas,
incluso preguntas sobre ideas
esotéricas. Ya he subrayado el hecho
de que la respuesta es un
estado, no una pregunta. No te dejes
engañar por la curiosidad de la
falsa personalidad, pues también esto puede
minar el recuerdo de sí. El conocimiento del sistema es fantástico, pero puede
decepcionarnos si nos preocupamos demasiado por él.
La falsa personalidad no conoce el
concepto de unidad; no existe el
honor entre ladrones. Los «yoes» de la
falsa personalidad pueden
lanzar un ataque, pero son incapaces
de sostenerlo contra la
personalidad verdadera, cuando se ha
entrado en el camino.
La impaciencia es mucho más fácil que
el recuerdo de sí o que la
transformación de las emociones
negativas. Es un verdadero engaño, un tope. No tiene sentido ponerse negativo
con alguien y luego castigarse por haberlo hecho. Es una pérdida de tiempo, y
el tiempo es casi lo único que tenemos. Es difícil para un maestro evitar que
sus
estudiantes conviertan sus problemas
pequeños en grandes
problemas, porque la falsa
personalidad se siente más importante
cuanto más grande es su problema. Es
normal que, al inicio, el
despertar sea un proceso destructivo,
porque hay que deshacerse de
la falsa personalidad para sentar las bases de la personalidad
verdadera. Ouspensky decía que el
sistema no es popular, porque nos
exige renunciar a nuestras actitudes,
creencias y manifestaciones
mecánicas. Añadió además que, a pesar
de eso, no tenemos nada
que perder. El proceso de destrucción
es saludable si va acompañado
del proceso de construcción. La
esencia es dulce y no desea que el
despertar sea un proceso severo; sin
embargo, es un proceso severo,
se siga el camino de la negación o el
camino del amor.
La falsa personalidad es una
recopilación de actos
inconscientes aprendidos de otras
personas,
mientras que la
esencia es intrínseca, es propia de
cada quien. Una esencia en estado
de inmadurez es muy limitada, porque
no puede dividir la atención. La
verdadera personalidad está diseñada para desarrollar la
esencia.
Nuestra parte real es fuerte. Desde luego, la otra parte, la falsa
personalidad, ni siquiera existe, es sólo mentira, imitación,
préstamo, y
complica todo cuando piensa que sus actos son originales, propios
de sí.
Cuando hagas alguna observación difícil acerca de tu mecanicidad,
no debes identificarte y empezar una cadena de negatividad. Debes
reiterar tu meta de recordarte a ti mismo.
La falsa personalidad no se concibe como algo falso, cree que tiene
la
respuesta correcta en cualquier circunstancia.
La falsa personalidad, con sus numerosas máscaras, toma el espacio
de la verdadera personalidad y del recuerdo de sí. Es un alivio
empezar a crear la personalidad verdadera. Podemos ver que la falsa
personalidad ha sobrevenido, pero con el recuerdo de sí empezamos
a alimentar nuestros centros en forma provechosa y a moldearnos a
nosotros mismos. En el Cuarto Camino es necesario practicar la
insinceridad intencional, diseñada para reducir la negatividad que
recibimos de la gente común. Sin embargo, la actuación es difícil
cuando uno está en esencia y la otra persona está en falsa
personalidad. Para lograrlo, es necesario recordarse a sí mismo. No
hay situación que no sirva como oportunidad para el recuerdo de sí.
La manifestación de los centros superiores y de la esencia es el
resultado de la acumulación de esfuerzos. Si la esencia no aflora
es
por la falta de esfuerzos. Todos perdemos muchas oportunidades,
porque las áreas de fricción que las fuerzas superiores eligen son
demasiado sagradas para la falsa personalidad. Si no nos dieran
fricción en nuestras áreas de identificación, seguiríamos siendo
máquinastienes
que examinar lo que ocupa el lugar del recuerdo de sí
vivir una guerra civil interior.
El recuerdo de sí no depende del tipo de cuerpo, el centro de
gravedad, la alquimia o el rasgo principal, porque la conciencia no
es
las funciones. Cuando se manifiestan los centros Superiores, la
falsa
personalidad los pone en tela de juicio, pues su nacimiento es una
amenaza para ella. Nuestro sí mismo es un nuevo ser, es un nuevo
hombre.
Si Criticamos a los demás, porque estamos decepcionados con
nosotros mismos. Un aspecto mísero de la falsa personalidad
p es que, además de degradarse a sí misma, trata de degradar a los
demás. Es ley que lo inferior trata de consumir a lo superior.
La risa abunda en la falsa personalidad y en el infrasexo; por eso
muchas veces es desagradable. En ocasiones, reímos al entrar en una
habitación o salir de ella, pues este tope ayuda a la máquina a
establecer su posición en el entorno.
A menudo, la máquina sonríe cuando está bajo presión, aunque no
exista razón para sonreír. Esta pseudoemoción es un tope y se
origina
en la falsa personalidad. Con frecuencia, la risa y la sonrisa son
facetas de la falsa personalidad, pero esto no significa que sean
dañinas para la evolución, porque la esencia es alegre.
Vivimos en una galaxia enorme. La gente mira más allá de la Tierra
hacia las galaxias y se olvida de que vive en un planeta minúsculo.
Nuestra galaxia es una parte insignificante del universo. A veces,
con
ingenuidad, nos preguntamos: ¿Será verdad que esos enormes cuerpos celestes
ejercen una influencia sobre nosotros? Tal vez la falsa personalidad no nos
deje levantar la mirada al cielo, pues esto revela la insignificante escala de
la existencia humana.
La mayor debilidad de la falsa personalidad es que carece de
unidad. No tiene el recuerdo de sí.
Algunos estudiantes pierden tiempo porque mantienen la misma
relación con una idea, al asociarse con gente que alimenta su falsa
personalidad. No tenemos más que el presente. A la falsa
personalidad le encanta el caos. Por lo general no hay fuego; pueden gritar
«¡Fuego!», pero no hay fuego. Hay que mantenerse aislado de muchos impostores. Es
evidente que la dualidad forma parte del diseño de la máquina.
Tenemos dos ojos, dos orejas, dos brazos, dos manos, dos piernas,
dos pies y dos fosas nasales. Si uno estudia fisiognomía puede ver a dos personas
distintas en una misma máquina, pues el lado izquierdo del rostro, la esencia,
es un ser distinto del ser del lado derecho. El ojo
derecho alberga la personalidad y el ojo izquierdo es donde reside
la
esencia. La esencia es ingenua y espera que la vida le sea amable;
por eso debemos protegerla con la verdadera personalidad, cuando encontremos
negatividad. Podemos acordarnos de que los demás son máquinas, en la medida en
que sabemos que, sin el recuerdo de sí,
también nosotros somos igualmente mecánicos. El fruto del recuerdo
de sí es penetrar en la esencia. Pasamos del Mundo 48 al Mundo 24 y, con el
tiempo, a los Mundos 12 y 6. La esencia es tímida y sosegada, suave y delicada,
mientras que la personalidad es ruidosa y llamativa. Una de las limitaciones de
la esencia es que se queda fascinada con lo que observa. Necesitamos practicar
la atención dividida, para poder transformar la esencia en los centros
superiores. La esencia tiene sus limitaciones. En el tipo marcial, la expresión
de emociones negativas es inherente a la esencia, así como el dominio lo es en
el tipo saturnino. Un rasgo es incapaz de verse como una debilidad; por eso a
la máquina le parece inofensivo. Esta actitud se deriva del pensamiento
subjetivo. Por lo tanto, el tipo marcial debe aprender a rechazar las emociones
negativas. Al inicio, el centro de gravedad es una gran fuerza contraria. Con
el tiempo, conforme uno estudia el sistema y trata de ser las palabras, empieza
a usar su centro de gravedad para despertar, transformando sus limitaciones y
desarrollando sus cualidades positivas. El trabajo debe volverse emocional;
todo el que entra en el camino se vuelve emocional al penetrar en la esencia,
lo cual es independiente del centro de gravedad. Lo que desplaza las emociones
negativas es la esencia, y la esencia es el puente para llegar a los centros
superiores.
Todos los tipos son atractivos cuando están en esencia. Cuando la
esencia se da cuenta tanto de sí misma como de lo que observa, los
centros superiores están funcionando. Sin embargo, si la rigidez
acompaña esta energía, probablemente el centro instintivo está
fingiendo ser los centros superiores. La esencia no tiene valor si
no va
acompañada de la atención dividida. Básicamente sirve como
ornamento de la Tierra y, en cierto modo, el Rayo de la Creación la
utiliza. Rilke dijo: «No creas que la sabiduría es otra cosa que el
entendimiento de un niño». Quien no sea como un niño, en esencia,
no podrá experimentar su sí mismo.
¿Por qué uno desea concentrarse más en
sus talentos que en la consciencia? Si
pudieras poner el mismo esfuerzo en tratar de ser consciente, ¿qué lograrías? Aun así, nosotros deseamos desarrollar los talentos de
la esencia a la par que el recuerdo de sí.
La esencia es muy simple; nosotros somos muy simples. Lo
trágico es que uno se estorba a sí mismo con sus propios «yoes».
Resiste las inclinaciones de la máquina y verás aparecer tu yo verdadero. Mucha
gente se pasa la vida entera fortaleciendo sus rasgos, en lugar de su esencia.
Necesitamos la esencia para experimentar los centros superiores. Se
requieren muchos años, mejor dicho, muchas vidas, para transformar
la esencia en los centros superiores.