jueves, 5 de abril de 2012

EL JUEVES SANTO




El Jueves Santo

Es el relato de la previa al desenlace de los hechos: la pasión de Cristo

En el Jueves Santo tenemos un problema para delimitar donde empieza y qué se celebra exactamente, contamos con  el Jueves Santo de los  tres evangelistas Mateo Marcos y Lucas o el jueves Santo de Juan.
En el caso de Juan  comienza con El Lavado de los pies. Juan 13 1-20 y esto solo se menciona en este evangelio,  en cambio con los otros evangelistas en el jueves santo desarrollan estos temas que también mencióna Juan:
-  Jesús es ungido  Mateo 26 6-13, Juan 12 1-8
-  Anuncio traición de Judas Mateo 26 14-16 / 20-25,  Juan 13 -21-39,  Lucas 22 14-21, Marcos 14 1-2 y 14 10-11
-  Anuncio de las negaciones de Pedro Mateo 26, 30-35, Lucas 22  19-20,  Juan 13 36-38, Marcos 14 26-31.
-  La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Juan, Lucas, Mateo, Marcos.
-  Arresto de Jesús Mateo 26 47-56, Marcos 14 43-52,  Juan 18  2-11, Lucas 22 47-52.
Pero la Comida de Pascuas el Evangelio  de Juan no la trata--  La Última Cena. y/o  la institución de la Eucaristía sólo la tratan Mateo 26 26-29, Lucas 22 17-20, Marcos 14 22- 25.

Jesús es ungido en Betania: una mujer se le acerca con un precioso perfume, nardo puro, y rompiendo el frasco lo derrama en la cabeza de Jesús. Los que estaban allí se indignaron y comentaban entre si, que derroche de dinero, a lo que Jesús dijo: déjenla ella ha hecho una buena acción, ella ha ungido mi cuerpo anticipadamente para la sepultura. Esta acción será proclamada en todo el mundo en su memoria. Mateo 14, 3-9
Anuncio traición de Judas: Faltan dos días y hay conspiración para atrapar a Jesús, pero no lo querían hacer en las Pascuas, judas fue  ver a los sacerdotes del Sanedrín. Jesús anuncia en la cena uno de ellos los entregará: uno que come conmigo. Marco14, 10-11
La  institución de la Eucaristía:
14  22Jesús tomó el pan y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen, esto es mi cuerpo. Después tomó una copa dio gracias y se la entregó y todos bebieron de ella. Y les dijo: Esta es mi Sangre, la sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de los Cielos. Marco 14, 22-25

El lavado de los pies, en el Evangelio de Juan
13 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:
- Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?.
Jesús le replicó:
- Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.
Pedro le dijo:
- No me lavarás los pies jamás.
Jesús le contestó:
- Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.
Simón Pedro le dijo:
- «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza».
Jesús le dijo:
- Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo:
- No todos estáis limpios.
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
-  ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.
Juan 13, 1-

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