lunes, 29 de septiembre de 2008

P. D. OUSPENSKY

http://www.scribd.com/doc/8747025/Ouspensky-P-D-Psicologia-de-La-Posible-Evolucion-Del-Hombre-Libros-en-Espanol

INTRODUCCIÓN
He recibido cartas de mis lectores durante algunos años. Todas ellas preguntaban que había hecho
después de haber escrito mis libros, que publicados en inglés en 1920 y 1931, fueron escritos en
1910 y 1912.
Nunca pude contestar a estas cartas. Se habrían necesitado varios libros sólo para intentar hacerlo.
Pero cuando mis corresponsales habitaban en Londres, donde residía desde 1921, los invitaba a
ciclos de conferencias que organizaba para ellos. En estas conferencias trataba de responder a sus
preguntas y de explicarles lo que había descubierto después de escribir mis dos libros y cuál era la
dirección de mi trabajo.
En 1934 escribí cinco conferencias preliminares que daban una idea general de lo que estaba
estudiando y también de las líneas que seguían cierto número de personas que estaban trabajando
conmigo. Reunir todo ello en una o hasta en dos o tres conferencias, era verdaderamente
imposible: así que siempre les advertía que no valía la pena escuchar una o dos conferencias, y
que eran necesarias cinco, o mejor aún diez, para poder tener una idea de la dirección de mi
trabajo. Desde entonces he continuado con estas conferencias, y a menudo las he corregido y
vuelto a escribir.
En su conjunto, encontré satisfactorio este arreglo general. Se leían cinco conferencias en mi
presencia o sin mí. Los oyentes podían hacer preguntas, y si trataban de seguir el consejo y las
indicaciones que se les daban (que básicamente se referían a la observación de sí y a un tipo de
autodisciplina), muy pronto adquirían, trabajando, una comprensión bastante más amplia de lo
que yo estaba haciendo.
Por supuesto que siempre me di cuenta de que no bastaban cinco conferencias, y en las
conversaciones que seguían elaboraba y aumentaba los datos preliminares, tratando de mostrarles
su propia posición con relación al Nuevo Conocimiento.
Encontré que para muchos de ellos su mayor dificultad era el darse cuenta de que verdaderamente
habían oído cosas nuevas; esto es, cosas que nunca antes habían oído.
No se lo formulaban a sí mismos, pero de hecho, cualquiera fuese el tema, trataban siempre de
contradecir esto en sus mentes y de traducir lo que oían a su lenguaje habitual. Por supuesto, yo
no podía tomar en cuenta esto.
Sé que no es cosa fácil el darse cuenta de que uno está oyendo cosas nuevas. Estamos tan
acostumbrados a las viejas canciones y a los viejos motivos, que hace ya mucho tiempo que
hemos dejado de esperar y dejado de creer que pueda existir algo nuevo.
Y cuando oímos cosas nuevas, las tomamos por viejas o creemos que pueden ser explicadas e
interpretadas por las viejas. Es cierto que es tarea difícil el darse cuenta de la posibilidad y
necesidad de ideas totalmente nuevas, y con el tiempo necesita una revalorización de todos los
valores convencionales.
No puedo garantizar que encontrarán desde el principio ideas nuevas, esto es, ideas que nunca
antes habían oído; pero si son pacientes muy pronto comenzarán a reparar en ellas. Para entonces
les deseo que no las pierdan y que no traten de interpretarlas de la vieja manera.
Nueva York, 1945
Hablaré sobre el estudio de la psicología, pero debo advertirles que la psicología de la cual me
ocupo es muy diferente de cuanto ustedes pueden conocer bajo ese nombre.
Para comenzar debo decir que prácticamente nunca en su historia la psicología ha estado a un
nivel tan bajo como en la actualidad. Ha perdido todo contacto con su origen y su significado, a
tal punto que aún hoy es difícil definir la palabra «psicología», esto es precisar qué es la
psicología y qué estudia. Y es así a pesar de que nunca en la historia ha habido tantas teorías
psicológicas ni tantos escritos psicológicos.
A veces a la psicología se le llama una nueva ciencia. Esto no tiene ninguna razón. Quizá la
psicología es la ciencia más antigua, y en sus rasgos más esenciales, desafortunadamente, una
ciencia olvidada.





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