EL CUARTO CAMINO
CAPITULO XI
LAS TRES LINEAS
Las tres líneas:
Para el desarrollo del ser es necesaria una escuela:
muchas personas que trabajen en la misma
dirección de acuerdo con los principios y métodos de la
escuela. Lo que un solo hombre no
puede hacer, muchos hombres que trabajen juntos pueden
hacerlo. Cuando me encontré con
este sistema, me convencí muy pronto que estaba conectado
con escuelas y que, de esta
manera, ha pasado a través de la historia documentada e
indocumentada. Durante este tiempo
se inventaron y se perfeccionaron métodos.
Las escuelas pueden ser de diferentes grados, pero ahora
tomo como escuela a toda clase de
escuela preparatoria que conduce en cierta dirección, y
una organización que puede llamarse
"escuela" del Cuarto Camino es una organización
que introduce, en su trabajo, tres fuerzas.
Lo que es importante entender es que hay una especie de
secreto en el trabajo de la escuela,
no en el sentido de algo realmente oculto, sino de algo
que ha de explicarse. La idea es ésta: si
tomamos el trabajo de la escuela como una octava
ascendente, sabemos que en cada octava
hay dos intervalos o espacios, entre mi y fa, y
entre si y do. A fin de pasar a través de estos
espacios, sin cambiar el carácter o la línea del trabajo,
es necesario saber cómo llenarlos. De
modo que, si queremos garantizar la dirección del
trabajo-en una línea recta, deberemos
trabajar sobre tres líneas simultáneamente. Si trabajo
sólo en una línea, o en dos líneas, la
dirección cambiará. Si trabajo en tres líneas, o tres
octavas, una línea ayudará a la otra a pasar
el intervalo, dando el choque necesario. Es
importantísimo entender esto. El trabajo de la
escuela usa muchas ideas cósmicas, y las tres líneas del
trabajo son un ordenamiento especial
para salvaguardar la dirección correcta del trabajo y
tornarlo exitoso.
La primera línea es el trabajo sobre uno mismo: el
estudio de sí, el estudio del sistema, y tratar
de cambiar, por lo menos, las manifestaciones más
mecánicas. Esta es la línea más
importante. La segunda línea es el trabajo con las otras
personas. Uno no puede trabajar por sí
mismo; cierta fricción, cierta inconveniencia y
dificultad de trabajar con otras personas crea
los choques necesarios. La tercera línea es el trabajo
para la escuela, para la organización.
Esta última línea asume distintos aspectos para
diferentes personas.
El principio de las tres líneas es que las tres octavas
deberán seguir simultáneamente y
paralelas una con otra, pero no todas empiezan al mismo
tiempo y, por tanto, cuando una línea
llega a un intervalo, otra línea entra en su ayuda,
puesto que los lugares de estos intervalos no
coinciden. Si un hombre es igualmente enérgico en las
tres líneas, eso le conduce fuera de
muchos sucesos accidentales. Naturalmente, la primera
línea empieza primero. En la línea del
trabajo usted toma: conocimiento, ideas, ayuda.
Esta línea le concierne solamente a usted, es
enteramente egocéntrica. En la segunda línea, uno no sólo
debe tomar sino también dar.
comunicar conocimiento e ideas, servir como ejemplo y
muchas otras cosas. Concierne a las
personas que están en el trabajo, de modo que en esta
línea uno trabaja mitad para sí y mitad
para los demás. En la tercera línea, uno debe pensar en
el trabajo en general, sobre la escuela
o la organización como un todo. Uno debe pensar sobre lo
que es útil, lo que es necesario para
la escuela, lo que la escuela necesita, de modo que la
tercera línea concierne a la idea total de
la escuela y a todo el presente y el futuro del trabajo.
Si un hombre no piensa sobre esto y no
lo entiende, entonces las primeras dos líneas no
producirán su efecto completo. He aquí cómo
está ordenado el trabajo de la escuela y he aquí por qué
son necesarias tres líneas: uno puede
obtener choques adicionales, y el beneficio pleno del
trabajo, solamente si trabaja en las tres
líneas.
Si conectamos las tres líneas del trabajo con la idea de
lo bueno y lo malo, entonces todo lo
que ayude a la primera línea, esto es, al propio trabajo
personal, está bien. Pero en la segunda
línea no se podrá tener todo para sí; hay que pensar en
los demás que están en el trabajo, hay
que aprender no sólo a entender sino también a explicar,
uno deberá darse a los demás. Y
pronto se verá que es posible entender ciertas cosas sólo
explicándoselas a los demás. El
círculo se amplía, el bien y el mal se agrandan. La
tercera línea ya se relaciona con el mundo
exterior, y lo bueno y lo malo se convierten en lo que
ayuda o estorba a la existencia y al
trabajo de toda la escuela, de modo que el círculo se
agranda aún más. Este es el modo de
pensar sobre esto.
Llamé particularmente la atención sobre el estudio y el
entendimiento de la idea de las tres
líneas. Este es uno de los principios principales del
trabajo de la escuela. Si se lo aplica, se
abrirán muchas cosas. Este sistema está lleno de tales
instrumentos. Si los usamos, abren
muchas puertas.